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El floema como sistema conductor de solutos.
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La actividad metabólica de los diferentes órganos (o partes de
órganos vegetales) requiere el aporte de fotoasimilados en
cantidades diversas (Figura 13.1). En algunos casos, los
procedentes de la actividad fotosintética de ese órgano,
o bien de la hidrólisis de reservas acumuladas previamente en él,
pueden satisfacer y sobrepasar los niveles señalados por estas
necesidades; el órgano se autoabastece y está en condiciones de
exportar
fotoasimilados. En otros casos, el órgano puede ser claramente
deficitario y debe importar fotoasimilados. El transporte
de fotoasimilados a larga distancia, de un órgano a otro, se
denomina translocación y se lleva a cabo, en
general, por el floema.
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Figura 13.1 Los fotoasimilados (sustancias sintetizadas a partir del CO2
y de la energía solar) son empleados por las células para la
obtención de energía metabólica, para los procesos de
biosíntesis celular, o son almacenados para ser usados
posteriormente.
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Como se discutió en capítulos anteriores, el xilema y el floema
juntos forman un sistema vascular continuo que penetra
prácticamente en todas las partes de la planta. Así como el agua y
los solutos inorgánicos ascienden a través del xilema, o corriente
de transpiración, los azúcares manufacturados durante la
fotosíntesis salen de la hoja a través del floema, o corriente
de asimilables (Figura 13.2) hacia lugares donde se
utilizan, como el vástago en crecimiento y la caliptra de la raíz,
y a lugares de almacenamiento como frutos, semillas y el
parénquima de almacenamiento de tallos y raíces (ver Figura
13.3).
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Figura 13.2 Diagrama de la hoja que muestra los caminos
seguidos por las moléculas de agua de la corriente de
transpiración a medida que se mueven desde el xilema de un
vaso menor hacia las células mesofíticas, se evaporan de las
superficies de las paredes de las células mesofílicas, y se
difunden después fuera de la hoja a través de un estoma
abierto (líneas continuas). También se muestran los caminos
seguidos por las moléculas de azúcar producidas durante la
fotosíntesis a medida que se mueven desde las células
mesofílicas al floema del mismo vaso y entran en la
corriente de asimilación. Se cree que las moléculas de
azúcar producidas en el parénquima en empalizada se dirigen
al parénquima esponjoso y después lateralmente al floema a
través de las células esponjosas (líneas discontinuas). [Figura
modificada de Raven, P.H. & Eichhorn, S.E. (1999).
Biology of Plants. 6th
ed., W.H. Freeman and Company. Worth Pub.].
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Figura 13.3
Diagrama que muestra los elementos básicos en la
circulación del agua, iones inorgánicos, y fotoasimilados en
la planta. El
agua y los iones inorgánicos que absorbe la raíz se mueven
hacia arriba por el xilema en la corriente de transpiración.
Parte se mueve lateralmente hacia los tejidos de la raíz y del
tallo, mientras que otra parte es transportada hacia zonas de
la planta en crecimiento y hojas maduras. En las hojas,
cantidades sustanciales de agua e iones inorgánicos son
transferidos al floema y son exportados con sacarosa y la
corriente de asimilación. Las partes de la planta en
crecimiento, que son relativamente inefectivas capturando agua
a través de la transpiración, reciben muchos
de sus nutrientes y agua vía el floema. El agua y los solutos
que entran en las raíces en el floema se pueden transferir al
xilema y ser recirculados en la corriente de transpiración. La
letra A indica sitios especializados en la absorción y
asimilación de materias primas del entorno. C y D
designan sitios de carga y descarga, respectivamente, e I,
puntos principales de intercambio entre el xilema y el
floema. [Figura
modificada de Raven, P.H. & Eichhorn, S.E. (1999).
Biology of Plants. 6th ed., W.H. Freeman and Company. Worth Pub.].
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Las células conductoras del floema de las Angiospermas son los
elementos cribosos que carecen de núcleo y de la mayoría de los
orgánulos, pero son ricos en una proteína filamentosa específica
del floema, llamada proteína P. Los elementos cribosos forman
series longitudinales llamadas tubos cribosos. Los elementos
cribosos presentan poros, que forman áreas cribosas en las paredes
laterales, y placas cribosas en las paredes transversales. Las
placas cribosas posibilitan la comunicación y amplia continuidad
citoplasmática entre elementos cribosos de un mismo tubo criboso (Figura
13.4).
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Figura 13.4
Estructura interna de los tubos cribosos. En la izquierda
podemos observar un esquema de los elementos de los tubos
cribosos. En la derecha se observa una micrografía
electrónica de transmisión de una placa cribosa en sección
longitudinal.
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El floema es el tejido conductor especializado en la translocación
de fotoasimilados. El movimiento de este contenido puede ser tanto
ascendente como descendente y sus diferentes componentes pueden
moverse en sentidos contrarios, aún dentro de un mismo haz
conductor. |
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Fuentes y sumideros.
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Del movimiento de los asimilables se dice que sigue un modelo de
fuente a sumidero. Las principales fuentes de solutos
asimilables son las hojas fotosintetizantes, pero los tejidos de
almacenamiento pueden servir también como importantes fuentes.
Todas las partes de las plantas incapaces de satisfacer sus
propias necesidades nutricionales pueden actuar como sumideros,
esto es, pueden importar productos asimilables. Así, los tejidos
de almacenamiento actúan como sumideros cuando están importando
productos asimilables y como fuentes cuando los exportan (Figuras
13.5 y 13.6).
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Figura 13.5
Diferenciación entre fuentes y sumideros en una planta.
Según su función o su estado de desarrollo una parte u
órgano de una planta será fuente o sumidero de
fotoasimilados.
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Figura 13.6
Esquema donde se muestra la diferencia de función entre los
órganos fuente y los sumidero. También se indican los
principales órganos de la planta que actúan como fuente o
como sumidero.
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Las relaciones fuente-sumidero pueden ser relativamente simples y
directas, como en las plántulas jóvenes, donde los cotiledones que
contienen alimento de reserva representan a menudo la fuente
principal, y las raíces en crecimiento representan el sumidero
principal. En las plantas las viejas, la mayoría de las hojas
maduras superiores recién formadas exportan comúnmente productos
asimilables principalmente hacia el ápice del vástago; las hojas
de más abajo los exportan principalmente a las raíces; y las del
medio exportan en ambas direcciones (Figura 13.7a). Este
modelo de distribución de los productos asimilables se ve
marcadamente alterado durante el cambio de crecimiento vegetativo
a reproductivo. Los frutos en desarrollo son sumideros competentes
que monopolizan los productos de las hojas más próximas y,
frecuentemente, los de las más alejadas también, causando a menudo
un declive o cese virtual del crecimiento vegetativo (Figura
13.7b).
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Evidencias del transporte de azúcar en el floema.
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Las primeras evidencias que apoyan el papel del floema en el
transporte de productos asimilables vino de las observaciones de
árboles a los que se les había quitado un anillo completo de
corteza. La corteza de los tallos más viejos está compuesta
principalmente de floema y no contiene xilema. Cuando a un árbol
que está fotosintetizando se le quita una tira de corteza o se le
hace una incisión circular alrededor de él, la corteza por encima
de la manipulación se hincha, indicando la acumulación de
productos que se mueven hacia abajo por el floema desde las hojas
fotosintetizadoras (Figura 13.8).
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Figura 13.8
Cuando de un tallo se
extrae un trozo de corteza en forma de anillo (a), los tejidos
por encima del corte se abultaban (b). Este fenómeno se debe a
un crecimiento nuevo de la madera y tejidos de la corteza
estimulado por una acumulación de alimento que se desplaza
hacia abajo desde las hojas y que queda interceptado en al anillo. Este fenómeno no se produce
durante los meses de invierno. [Figura
modificada de Raven, P.H. & Eichhorn, S.E. (1999).
Biology of Plants.
6th ed., W.H. Freeman and Company. Worth Pub.]. |
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Una evidencia mucho más convincente del papel del floema en el
transporte de asimilables se obtuvo con marcadores radiactivos.
Antes de que dichos marcadores fueran disponibles, era necesario
efectuar un corte en la planta intacta para la introducción de
colorantes y otras sustancias para intentar estudiar ciertos
fenómenos de transporte. No obstante, cuando las altas presiones
de turgencia (hidrostáticas) de los tubos cribosos son liberadas
al tiempo que éstos son cortados, sus contenidos se agolpan hacia
la superficie cortada, alterando considerablemente el sistema.
Este fenómeno es el responsable de la formación de tapones
mucilaginosos (proteína P) en los elementos cribosos dañados. Con
la utilización de marcadores radiactivos, es posible experimentar
ahora con plantas enteras y obtener así una comprensión bastante
clara de los fenómenos normales de transporte.
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Los resultados de experimentos con asimilables radiactivos (como
sacarosa marcada con 14C confirmaron el movimiento de
dichas sustancias en el floema. Más recientemente, dichos estudios
han demostrado concluyentemente que los azúcares son transportados
en los tubos cribosos del floema (Figura 13.9).
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Los áfidos (pulgones) en la investigación del floema.
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Mucha información interesante del movimiento de sustancias en el
floema proviene de estudios realizados con áfidos: pequeños
insectos que chupan los jugos de las plantas. La mayoría de las
especies de áfidos se alimentan del floema. Cuando estos áfidos
insertan sus piezas bucales modificadas, o estiletes, dentro del
tallo u hoja, los extienden hasta que sus puntas perforan un tubo
criboso de conducción . La presión de turgencia de los tubos
cribosos fuerza entonces la savia del tubo criboso a pasar a
través del aparato digestivo del áfido y a salir al exterior por
su extremo posterior en forma de gotitas azucaradas (Figura
13.10). Si los áfidos que se alimentan son anestesiados y
separados de sus estiletes, suele continuar la exudación durante
muchas horas. La exudación de los tubos cribosos se puede
recolectar de los extremos cortados de los estiletes con una
micropipeta. Los análisis de exudaciones obtenidas de esta manera
revelan que la savia de los tubos cribosos contiene de un 10 a un
25 por ciento de materia seca que en la mayoría de las plantas el
90 % de ella es azúcar, principalmente sacarosa. Bajas
concentraciones (menos del 1 por ciento) de aminoácidos y otras
sustancias nitrogenadas están también presentes.
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Figura 13.10
Dibujo de un áfido alimentándose sobre un tallo. El áfido
introduce su estilete (pieza bucal modificada) hasta los
tubos cribosos del floema. La presión a la que se encuentra
la corriente de asimilación hace que parte del fluido
floemático se introduzca a través del estilete hasta el tubo
digestivo del áfido, llegando incluso a salir por el extremo
distal del mismo. En el dibujo puede verse emergiendo una
gotita de líquido azucarado. Tomando muestras de estas
gotitas se puede analizar la composición del líquido
floemático. [Figura
modificada de Moore, R., Clark, W.D. & Vodopich, D.S.
(1998). Botany.
2nd ed., WCB McGraw-Hill].
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Los datos obtenidos de estudios que utilizan áfidos y
marcadores, radiactivos indican que. en el floema las velocidades
del movimiento longitudinal de los productos son particularmente
rápidas. Por ejemplo, en una serie de experimentos que utilizaron
estiletes de áfido cortados, se estimó que la savia de los tubos
cribosos se estaba moviendo a una velocidad de más o menos 100
centímetros por hora en las zonas de la punta de los estiletes (Figura
13.11)
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Figura 13.11
Ejemplos de velocidades medidas en el floema en distintas
especies vegetales.
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Naturaleza de las sustancias transportadas por el floema.
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Si se quiere analizar la solución de sustancias asimiladas
transportadas en el floema, se requiere savia elaborada (o
descendente). Esta se puede obtener raspando la corteza de un
árbol. Particularmente pura se puede conseguir mediante el método
del pulgón (Áfido) que acabamos de comentar en el párrafo
anterior.
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La savia elaborada es una solución muy concentrada con un
contenido de materia seca de 50 a 300 g/l. El 90 por 100 de la
materia seca de la savia elaborada corresponde a azúcares,
particularmente sacarosa. En otras plantas también se encuentran
otros oligosacáridos, por ejemplo, rafinosa y estaquinosa, así
como alditoles. Los monosacáridos (por ejemplo glucosa, fructosa)
no se transportan. En cambio, la savia elaborada contiene también
aminoácidos, amidas, nucleótidos, ácidos orgánicos e iones
inorgánicos (aunque no Ca2+). Estas sustancias, no
obstante, aparecen en concentraciones mucho más pequeñas,
comparadas con las de azúcares (Figura 13.12). Los pulgones
y otros parásitos requieren los azúcares y otros compuestos
acompañantes, como compuestos nitrogenados, en cantidades
equilibradas. Es por eso cuando toman la alimentación descrita el
exceso de azúcar lo exudan en forma de “melaza”.
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Figura 13.12
Ejemplo de la composición del fluido floemático del ricino (Ricinus
communis)
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Los tubos cribosos contienen una proteína especial, la proteína P.
Esta tiende a acumularse en la cercanía de las placas cribosas y
no se transporta. Se supone que tapa los tubos cribosos en caso de
ocurrir una lesión, impidiendo el derrame de la savia elaborada
que está bajo presión (ver Figura 13.4). |
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Mecanismo de transporte en el floema. Hipótesis de Münch.
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A lo largo de los años se han propuesto diferentes mecanismos para
explicar el transporte de productos asimilables en los tubos
cribosos del floema. Probablemente el primero fue el de
difusión, seguido del de corriente
citoplasmática. La difusión y la corriente citoplasmática
normales, del tipo que se encuentra en las células de las plantas
superiores, fueron en gran parte abandonados como posibles
mecanismos de translocación cuando se supo que las velocidades del
transporte de asimilables (típicamente 50 a 100 centímetros por
hora) eran demasiado altas para que cualquiera de estos fenómenos
justificara el transporte a grandes distancias vía los tubos
cribosos.
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Se han propuesto hipótesis alternativas para explicar el mecanismo
de transporte en el floema, pero sólo una, la hipótesis de
flujo de presión, justifica satisfactoria y prácticamente
todos los datos obtenidos en estudios experimentales y
estructurales del floema. Todas las otras hipótesis tienen serias
deficiencias.
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En la planta, la sacarosa producida por la fotosíntesis en una
hoja es secretada activamente a los tubos cribosos menores. Este
proceso activo, llamado carga de
floema, disminuye el potencial hídrico en el tubo
criboso y hace que el agua que está entrando a la hoja por la
corriente de transpiración penetre en el tubo criboso por ósmosis.
Con el movimiento de agua al tubo criboso de esta fuente, la
sacarosa es transportada pasivamente por el agua a un sumidero,
como una raíz de almacenamiento donde la sacarosa es extraída
(descargada) del tubo criboso (descarga
floemática). La extracción de sacarosa provoca un
aumento del potencial hídrico en el tubo criboso del sumidero y el
movimiento subsiguiente del agua fuera de él en ese lugar. La
sacarosa puede ser utilizada o almacenada en el sumidero, pero la
mayor parte del agua regresa al xilema y recircula en la corriente
de transpiración.
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Carga floemática.
Etapas:
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Las triosas fosfatos formadas por fotosíntesis se transportan
desde el cloroplasto al citoplasma donde se convierten en
sacarosa. |
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La sacarosa se mueve desde las células del mesófilo hasta la
vecindad de los elementos cribosos presentes en los pequeños
vasos conductores de las hojas.
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Este transporte se realiza a través de dos o tres células
en lo que se llama transporte a corta distancia. |
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En la tercera etapa, denominada carga floemática,
la sacarosa se incorpora en los elementos cribosos (Figura
13.13
y
animación
13.1).
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Figura
13.13 Modelo del proceso de carga floemática. De
acuerdo con este modelo, los H+ son primero
bombeados hacia el exterior de los tubos cribosos,
usando para ello la energía del ATP. A continuación, se
incorpora la sacarosa en su interior por cotransporte
simporte (ver Figura 13.14).
[Figura modificada de
Moore, R., Clark, W.D. & Vodopich, D.S. (1998).
Botany.
2nd ed., WCB McGraw-Hill]. |
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Dentro de los elementos cribosos, los fotoasimilados se
exportan hacia las zonas sumideros: transporte a larga
distancia. |
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La carga floemática de los fotoasimilados requiere
energía metabólica.
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En las células de los órganos fuente los fotoasimilados se
encuentran en menor concentración que la encontrada en los
elementos cribosos relacionados con ellas.
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En la remolacha azucarera: la presión osmótica de las
células del mesófilo es de unos 1.3 MPa, mientras que
la medida en los elementos cribosos es de 3.0 MPa. |
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Esta diferencia se debe fundamentalmente a la
acumulación de sacarosa en los elementos cribosos. |
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La acumulación en contra de gradiente se realiza con gasto
de energía metabólica: por transporte activo. |
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La vía de transporte desde las células del mesófilo hasta
los elementos cribosos es parcialmente apoplástica (Figura
13.14).
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El camino simplástico a través de los plasmodesmos
también ocurre pero en menor proporción. |
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La sacarosa, en su mayor parte, pasa al apoplasto en
el mesófilo o más tarde, salida que es favorecida por
la concentración de K+ en
el apoplasto. |
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Desde allí se incorpora al simplasto en la célula
acompañante o en el elemento criboso por
cotransporte activo, facilitado por una
ATPasa de membrana que expulsa H+ y
provoca la entrada de K+ al
simplasto. |
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Otras sustancias que se encuentran en menor
concentración, como las hormonas, se cargan
pasivamente. |
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Figura 13.14 Esquema del proceso de carga floemática que se produce en los tubos cribosos.
Esta carga es por transporte activo ya que se
consumen ATP para extraer H+ del tubo
criboso y crear así un gradiente electroquímico que
permite la entrada de la sacarosa por
cotransporte.
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La
descarga floemática.
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Se lleva a cabo en los órganos sumidero o consumidores. |
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El camino desde el elemento criboso hasta la célula donde el
soluto se metabolizará puede ser simplástico o apoplástico; en
ambos casos, la descarga dependerá de la actividad metabólica
(Figura 13.15).
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Si los sumideros son de almacenamiento, la vía
preferida es la apoplástica
y requiere consumo de energía en forma de ATP. |
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En
sumideros en crecimiento, la descarga es por vía
simplástica, por difusión pasiva ya que la
concentración del soluto es mayor en los elementos
cribosos que en las células en crecimiento donde se
consumen. |
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Figura
13.15 Proceso de descarga floemática. Si el órgano
donde se descarga la sacarosa es un sumidero en
crecimiento este proceso se lleva a cabo por transporte
pasivo. Si es un órgano de almacenamiento entonces el
proceso de descarga es por transporte activo.
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Hipótesis del flujo a presión.
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Propuesta originalmente en 1927 por el fisiólogo vegetal
alemán Ernst Münch, y modificada desde entonces, la
hipótesis de flujo de presión es claramente la más sencilla y,
hoy en día, la explicación más extendida y aceptada del
transporte de asimilables a grandes distancias a través de los
tubos cribosos. Es la explicación más sencilla porque sólo
depende de la ósmosis como fuerza que impulsa el transporte de
asimilables.
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Dicho en pocas palabras, la hipótesis de flujo de presión
afirma que los asimilables son transportados de fuente a
sumidero a lo largo de un gradiente de presión de
turgencia desarrollado osmóticamente.
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El principio fundamental de esta hipótesis se puede
ilustrar con un sencillo modelo físico que consiste en
ampollas, o células osmóticas, permeables sólo al agua y
conectadas por tubos de vidrio (Figura 13.16
y animación
13.2).
Inicialmente, la primera ampolla (A) contiene una solución
de azúcar más concentrada que la de la segunda ampolla
(B). Cuando estas ampollas interconectadas se meten en el
agua, ésta entrará en la primera ampolla por ósmosis,
incrementando así su presión de turgencia. Esta presión se
transmitirá a través del tubo a la segunda ampolla,
haciendo que la solución de azúcar se mueva en volumen, o
en masa, hacia la segunda ampolla, haciendo salir el agua
de ésta. Si la segunda ampolla está conectada con una
tercera que contiene una concentración de sacarosa menor
que la de la segunda, la solución fluirá de la segunda a
la tercera por el mismo proceso, y así indefinidamente
siguiendo él gradiente de presión turgente.
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Nótese que la hipótesis de flujo de presión asigna a los
tubos cribosos un papel pasivo en el movimiento de
la solución de azúcar a través de ellos. El transporte
activo está también implicado en el mecanismo de flujo de
presión; no obstante, no está directamente relacionado con
el transporte a grandes distancias a través de los tubos
cribosos, sino más bien con la carga y posible descarga de
azúcares y otras sustancias dentro y fuera de los tubos
cribosos en las fuentes y sumideros (Figura 13.17
y animación
13.3
). Una evidencia considerable indica que la fuerza que
impulsa la acumulación de sacarosa (carga del floema) en
la fuente es suministrada por una bomba de protones
activada por ATP y mediada por ATPasa en la membrana
citoplasmática, que implica un sistema de cotransporte
sacarosa-protón ("simporte"). La energía metabólica
necesaria para la carga y descarga es consumida por las
células acompañantes o las células del parénquima que
bordean los tubos cribosos, más que por los tubos cribosos.
Hasta hace poco se asumía que la carga se daba a través de
la membrana citoplasmática de la célula acompañante que
luego transfería el azúcar a su tubo criboso asociado vía
las múltiples conexiones plasmodésmicas de su pared común.
Ahora parece, no obstante, que algunos tubos cribosos son
capaces de cargarse ellos mismos, siendo el sitio de
transporte activo sus membranas citoplasmáticas.
Cualquiera que sea el caso, el tubo criboso maduro depende
de su célula acompañante o de las células del parénquima
vecinas para la mayoría de sus necesidades energéticas.
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La carga del floema es un proceso selectivo. Como se mencionó
previamente, la sacarosa es con mucho el azúcar más comúnmente
transportado; además, todos los azucares que se encuentran en la
savia de los tubos cribosos son azúcares no reductores. Ciertos aminoácidos
e iones son también cargados selectivamente al floema.
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Figura 13.16 El modelo de Münch del mecanismo básico del
flujo a presión. A y B son células osmóticas. A, contiene
una concentración más alta de sacarosa que B. Ambos
osmómetros se encuentran sumergidos en cubetas con agua y
conectados por un tubo de vidrio. El agua entra en A por
ósmosis, incrementando así la presión de turgencia y
empujando la solución de azúcar hacia el osmómetro B.
[Figura modificada de Moore, R., Clark, W.D. & Vodopich, D.S. (1998).
Botany. 2nd ed.,
WCB McGraw-Hill].
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Figura 13.17 Mecanismo del flujo por presión que se cree actúa en
la planta. Los círculos grises representan moléculas de
glúcidos y los negros moléculas de agua. Los azúcares
fotosintetizados son cargados activamente en el tubo criboso a
partir de la fuente (célula de una hoja). Con la mayor
concentración de azúcar, el potencial hídrico decrece y el
agua del xilema entra en el tubo criboso por ósmosis. El
azúcar es extraído (descargado) en el sumidero, y la
concentración de azúcar disminuye; el resultado de esto es que
el potencial hídrico aumenta, y el agua abandona el tubo
criboso. Con el movimiento del agua hacia dentro del tubo
criboso en la fuente y hacia fuera de él en el sumidero, las
moléculas de azúcar son transportadas pasivamente a lo largo
del gradiente de concentración y el gradiente de presión
hidrostática entre la fuente y el sumidero. A, flujo de la solución de azúcar entre la fuente y el
sumidero; B, flujo de agua en la corriente de
transpiración; C, flujo de agua entre el xilema y el
floema en la zona fuente; y D, flujo de agua entre el
floema y el xilema en la zona sumidero.
[Figura modificada de Curtis, H. y Barnes, N.S. (1997). “Invitación a la
Biología”. Ed. Panamericana]. |
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